AÑO NUEVO, PROPÓSITO NUEVO

Año nuevo, propósito nuevo. Y aunque pueda parecer que el mío haya sido dejar de escribir, la realidad es que lo que me he propuesto ha sido poner foco en mi vida.

Sumida en una espiral en la que las circunstancias me están robando sus riendas, me gustaría recuperar el timón, y dotar de cierto sentido a mi rutina diaria.

Y en esta búsqueda de norte, me enfrento a la ardua tarea de por poner fin a este blog, que tan sumisamente, durante dos años y medio ha dado cabida a todos los pensamientos que brotaban de esas caprichosas horas dedicadas al puro deleite de escribir.

Pero no hay adiós sin un destino. Y el destino en este caso es un nuevo espacio en el que expresar mi manifiesto interés por construir entre todos un mundo más justo, un mundo mejor.

Un espacio en el compartiré todo lo que vaya descubriendo al bucear en el maravilloso mundo del crowdfunding y la economía colaborativa. Puesto que estoy convencida del potencial de esta gran tendencia para recuperar valores como el equilibrio, la democracia y la sensatez.

Un espacio en el que empezar a encontrarme, y en el que espero encontraros. Así, que ahí os espero.

www.crowhub.es 

OJALA CONVIERTAS TU VIDA EN CONTINUA NAVIDAD

Esta noche es noche buena, y mañana navidad. Días en los que se habla de valores como familia, amistad, solidaridad. A los que de forma genérica se presupone felicidad.

Pero los valores no son un complemento que se pueda poner o quitar. No son foulards o corbatas que según la ocasión puedes intercambiar. Hablar de valores es mucho más trascendental.

  • Es hablar de las creencias que [inconscientemente] dirigen nuestras vidas.
  • Es hablar de la esencia que nos define cuando hablan de nosotros.
  • Es hablar de los ideales que sustentan nuestras formas de actuación.

Porque se tienen o no se tienen. Se cree en ellos o se anteponen otros. Se renuncia a ellos, o te acompañan siempre.

Y es por eso, que esa presunción de emoción y alegría se limitará a quienes comparten esos valores propios de la navidad.

Ojalá sean tus valores. Ojalá esperes con ilusión estos días. Y ojalá tu emoción no se limite a estas fechas. Ojalá conviertas tu vida en continua navidad.

LAS TÉCNICAS COMERCIALES DE CAMILA

A pocas semanas de las fiestas navideñas, andaba yo buscando qué regalar en tan apreciadas fechas. Algo desorientada, me metí en un boulevard, sin ser consciente de las consecuencias que tal inocente acto sería capaz de desencadenar…

De repente, una sonriente chica (Camila) me ofreció una muestra de crema. No supe decir que no a tan cordial manifestación de amabilidad. Tras mi agradecimiento, me solicitó un par de minutos para mostrarme cómo se debía aplicar. Como no abandonaba su inseparable sonrisa, pese a mi inexistente interés, no supe cómo poderme negar.

“Si me permites que te diga, tienes una bonita piel mixta. Pero aunque no tienes arrugas, se te ven muy marcadas las líneas de expresión.”

Éste fue su siguiente movimiento. A través de esta (presuntamente inocente) frase, se posicionaba como experta (detectando a simple vista mi tipo de piel) establecía una buena conexión (“no tienes arrugas”, “tienes marcadas las líneas de expresión”, grandes eufemismos para alguien a quien la edad no perdona…, como os adelanté en un pasado post).

En éstas, me empezó a aplicar la crema. Pero únicamente en media cara. La muy astuta rescató la legendaria técnica publicitaria del “antes y el después”, y tras una breve espera me mostró la diferencia.

Llegados a este punto, y aprovechando mi sorpresa, me lanzó una seductora oferta por comprar en ese preciso momento (el recurrente recurso comercial del “ahora o nunca”). Sin desperdiciar, acto seguido, la oportunidad de seducirme con una oferta mejorada en el supuesto de que me llevara dos.

¡Y no os lo perdáis! Para acabar de rematar la jugada, me ofrecía ser “clienta VIP”  (lo cual teóricamente se haría tangible en una serie de increíbles beneficios), por el simple hecho de darle el móvil tras la compra.

Y aquí es donde debo confesar que a mí,

  • Profesional de marketing (conocedora de las más sofisticadas técnicas de promoción).
  • Que víctima de la crisis, salía con un ajustado presupuesto para regalos navideños.
  • Que siempre ha mirado con absoluto agnosticismo los potes de cremas.

A mí, Camila me hizo cliente VIP, tras engatusarme su oferta especial de “no uno sino dos” packs, por “comprar ahora” su lote de cremas.

Y es por esto que ahora, con una clase magistral de técnicas comerciales a la espalda, media cara más tersa y brillante, y sin un duro para regalos navideños, no se me ocurre decir otra cosa que “Qué grande eres, Camila”.

HISTORIA, CULTURA, TRADICIÓN

Simplificando, encuentro que hay dos formas de mirar al pasado:

  • La del del curioso, que con mirada crítica quiere conocerlo, para exprimirlo, aprender de él, y con esta nueva sabiduría en los ojos poder mirar al futuro.
  • O el del patriótico, que dejando en cualquier lado la razón, daría su vida por santificarlo, inmortalizando sus prácticas y costumbres, como si por el hecho de pertenecer al pasado, fuera algo sagrado, bueno (o simplemente “mejor”).

Tristemente, el enfoque que en general prevalece es este último. El “venir del pasado” parece que licita a la eternidad a cualquier tipo de costumbre, hábito, o actuación. Sorprendentemente, dota a cualquier práctica o tradición de una licencia especial que trasvasa incluso los derechos fundamentales. Humanos o animales. Que se salta el inexistente (y aunque muy lejos de ser fundamental debiera serlo), derecho al sentido común.

Por no hacer demagogia evitaré los ejemplos. Pero os aseguro que se me ocurren muchos, que aunque en distintas escalas de gravedad, cumplen el mínimo común de fundamentarse en un mismo enfoque: Inmortalizar lo que perteneció al pasado, como si por ello, fuera bueno, sagrado, o sencillamente lo mejor.

METEOROLOGÍA… ¿CIENCIA (O LOTERÍA)?

Bien entrado el otoño, con la hora cambiada, y a un mes del más puro invierno. En éstas estamos. Y pongamos el canal que pongamos, podemos disfrutar de unos variopintos “hombres (o mujeres) del tiempo”, que día tras día, nos auguran la llegada del frío, y la caída drástica de las temperaturas.

Llevan así más de un mes, así que supongo que algún día acertarán. Es cuanto menos probable que algún día llegue el característico frío otoñal (o de aquí nada de invierno).

Pero en cualquier caso, me parece una auténtica falta de respeto que nos hagan salir con botas de agua, chubasqueros y tupidas bufandas, para después tener que enfrentarnos con cuello alto a los calores primaverales que hasta ahora hemos estamos viviendo.

Hay días que hay días que pienso si realmente, toda esta panda de meteorólogos resabiados nos están tomando el pelo, si se están riendo de nosotros. Si lo pensáis, nos tienen a millones de españoles intentando entender unos extraños mapas con isóbaras, nubes móviles, flechitas, y solecitos, que apoyan unos pronósticos que el 90% de las veces lo único que plasman es lo que no va a pasar.

Por momentos pienso si realmente hay una ciencia detrás o es la ilusión de unos pocos, que con la creatividad que Dios les ha dado han desarrollado esta serie de extraños elementos para jugar con ellos a la lotería, tomarnos el pelo, o no sé muy bien para qué.

Pero bueno, en cualquier caso sería cuanto menos lógico que en algún momento llegue el frío. Así que humildemente os recomendaría apagar la tele, e ir a sacar la mano por la ventana mirando al cielo, antes de entregaros a la sensata causa de sacar a pasear los abrigos.

DEMASIADAS EXPLICACIONES

No sé si os pasa, pero yo a la que me descuido me encuentro explicando temas de lo más personales a cualquier desconocido (la cajera del súper, por poner un ejemplo).

Aunque de la misma forma que llego a revelar un detalle mayor que si lo contara a mi propia madre, también puedo ser de lo más seca y cortar de un tajo (o ignorar directamente, que en ocasiones es peor) a quien me pueda importunar con su [inoportuna] pregunta.

Tras darle unas cuantas vueltas a este curioso hecho, he llegado a la conclusión de que el secreto lejos de estar en el qué o en el quién pregunta, está en el cómo pregunta. Y que como todo, preguntar tiene su oficio, que puede llegar a convertirse en un auténtico arte, “el arte de preguntar”. Porque pese a que el 99,9% de preguntas acostumbran a ser verdaderas estupideces, preguntar puede ser un arma de fuego para obtener valiosísima información que por otras vías sería imposible de encontrar.

Y este arte no se sustenta en otra cosa que el más puro sentido común. Empezando por algo tan simple como conocer al interlocutor, quien en el 100% de los casos (por el mero hecho de pertenecer al género humano), será ególatra y social en su más absoluta esencia.

Y a partir de aquí, el resto fluirá solo. Nos limitaremos a retar a la “víctima” a poner en manifiesto su sabiduría. A tocarle la fibra adecuada para que se anime a compartir su experiencia. A hacerle aflorar su presupuesta prepotencia. Y conseguir así que se entregue al gozo inherente al hacer alarde de su conocimiento. Al narcisista deleite que esa sensación de superioridad le conlleva.

Porque en esta vida, todos queremos parecer “listos y guapos”, a nadie le gusta que le tomen por tonto (aunque en muchas ocasiones pueda parecer lo contrario, dicho sea de paso).

Pues básicamente esto es lo que quería compartir. No sin antes advertiros que está en vuestras manos el valorar la credibilidad que pueda tener. Puesto que si bien mis lecciones son de lo mejor intencionadas, este sermón os lo da una víctima que lejos de saber preguntar, le llega a explicar sus intimidades hasta a la pobre cajera del súper.

DEPRESSING TOPICS

Un soleado miércoles de octubre, a priori un día cualquiera. Salvo por la eventualidad que tal día como hoy me he tomado la libertad de rebautizar a los Trending Topics de Twitter (temas más hablados del momento).

Para mí serán los Depressing Topics a partir de ahora, puesto que (como podréis deducir) cada vez que los veo me entra una pequeña depresión. Y es que pocas veces sus temas del momento me generan interés. Y no es por falta de buenos contenidos que se muevan por su red. Os lo ilustraré con un ejemplo.

Hace poco menos de un mes se falló el Premio Nobel de Literatura. Al repasar los twits de mis principales listas, pude comprobar que la noticia estaba siendo muy bien acogida por el sector cultural (bloggers, medios culturales, y sobre todo librerías y editores, que aprovechan cualquier cosa para desempolvar sus stocks y tratar de vender algo).

Acto seguido, fui a mirar los Trending Topics, esperando llevarme una alegría con el posible alcance que pudiera tener todo aquel revuelo.  “Tendría sentido”, pensaba, “hoy es el día en que se falla el Premio Nobel de Literatura”.

Pero para mi pesar, el #Premio Nobel no estaba entre ellos. La noticia nació y pereció en aquel círculo de “eruditos”. En su defecto, el que sí que encontré fue a #Justin Bieber. Sin coincidir con ningún concierto…

Sí… #Justin Bieber el día en que se falla un #Premio Nobel. A esto es a lo que me refiero con lo de Depressing Topics.

Aunque mi preocupación va más allá de los Topics de Twitter, que no dejan de ser un reflejo de los intereses de nuestra sociedad. La duda que me asalta es si nuestra España es “así*”, por tener unos medios de contenidos (no merecen llamarse de información) que nos hacen ser “así”. O si como somos “así”, disponemos de unos medios “así*”.

No sé si me explico. En definitiva, me encuentro encallada ante el típico círculo vicioso, pez que se muerde la cola, o el huevo y la gallina. En cualquier caso, llamándolo como queráis, me encantaría vuestra ayuda para tratarlo de resolver.

*”Así”: Concepto abierto a la libre interpretación del lector.  

LOS ESTEREOTIPOS «MOLAN»

El otro día sentada, esperando, se me cruzó un hombrecillo blanco y “blando”, con pantalón corto y calcetines bien altos, gafas, raya al lado, y concienzudamente repeinado. Os reconozco que me sacó una sonrisa,…”Un empollón de los de mi época”, pensé, “sólo le falta la mochila bien cargada, y los tirantes a rallas, equilibrando así el pantalón bien alto”.

Y es que por mucho que pase el tiempo, los estereotipos siguen existiendo, y la verdad es que “molan”. Y lo digo a riesgo de poder perder mi credibilidad si alguien resucitara mi histórico. Pero es que en este cambiante y alborotado mundo, no se me ocurre cómo podríamos vivir sin ellos.

Y no lo digo sólo por lo divertido que pueda resultar cruzarnos con cualquier personaje como el que os contaba. Lo digo por su capacidad para poner un poco de orden en esta sociedad.

  • Porque sin ellos, los comerciales tendrían que buscar nuevas fórmulas de conexión con sus clientes. Se les habría acabado lo de simular interés por la última carrera del “deportista friki”,  o por la tienda en la que se ha comprado su glamuroso bolso su cliente “la pija”.
  • Los publicistas tendrían serios problemas para organizar los castings en los que escoger a los miembros de la “familia feliz” que contra todo pronóstico disfruta comiendo unas verduras preparadas, o a la “rubia estupenda” que en un semana pierde dos tallas gracias a un nuevo yogur.
  • Incluso en el colegio, no diferenciar al “chivato” del “empollón” pondría en más de un apuro a cualquier niño que escogiera mal la víctima de sus zancadillas…

Pero bien es cierto que más allá de su utilidad, vivir en un mundo ordenado por estereotipos nos obliga a estar también encasillados en alguno, al que habremos llegado a partir de la subjetiva imagen que a una superficial audiencia podamos proyectar. Dejando de lado muchos otros aspectos de nuestra tan rica como compleja personalidad. Y con el riesgo que no estar a gusto con ello nos pueda suponer.

Pero la buena noticia es que una vez creado, no es inamovible. Y es por esto también por lo que “molan”. Puesto que con perseverancia, foco y un cambio de contexto, si no te sientes a gusto, lo podrás reconducir. Y así estar mejor contigo mismo. Y lo que es más importante, ser un poco más feliz.

ADMIRACIÓN

Admiración:

  • Acción de admirar (tener en singular estimación a alguien o algo, juzgándolos sobresalientes y extraordinarios), según la RAE.
  • Consideración especial que se tiene hacia alguien o algo por sus cualidadessegún WORDREFERENCE.
  • Y sorprendentemente, palabra pendiente de desarrollar, por WIKIPEDIA.

En cualquier caso, definiciones parejas de un concepto que pese a que seguro conocíais, os quiero subrayar.

Y lo haré yendo más lejos de la teoría. Dejando la razón, para ilustrarlo desde la emoción. Compartiendo el blog de Jano, su maravilloso proyecto, y sus sabias reflexiones:

http://www.dgeneracion.com/sobre-mi/

Sólo tenéis que leerlo. Y todo lo que sintáis, será la más exacta definición de admiración.

LA FAMILIA

 “Eres igual que tu padre”. “El vivo reflejo de tu madre”. “No os parecéis en nada”. “¿Gemelas?”

Según el día, igual que uno. O que otro. O que ninguno.Según la perspectiva, iguales en algo. En poco. En todo. O en nada.

En cualquier caso, les intuyes. Les presientes. Les quieres. Les adoras. Siempre. Y a todos.

Y eso que, aunque parezca contradictorio,

  • Si van dando vueltas a tu alrededor, te agobias.
  • Pero si ves que no están, les añoras.
  • Y aunque quieras que te dejen “tranquila”, en realidad que estén a tu lado “te calma”.
  • Porque si estás preocupada, te consuelan.
  • Y si estás triste, te animan.

El tiempo les ha hecho absolutamente predecibles. Y esa especie de “control”, te encanta.

Ya que tenerlos, lo es todo. Sin ellos, no eres nada.

Porque aunque a veces dirías que no te dejan vivir, la realidad es que no podrías vivir sin ellos.

Tan únicos. Tan distintos. ¿O tan iguales? En cualquier caso, tan necesarios. Tan valiosos.

Tu familia.